Aprovechamos la visita de nuestra
misionera, Julia Prieto García, misionera conquense nacida en Torrejoncillo, Terciaria
Capuchina que lleva trabajando en Benín desde 1990. Primero en Cotonou y actualmente en Nikky, desde 2001.
Para Cuenca, oír hablar de Benín, pasa por Sor Julia.
“Soy la que salgo a comprar, la
que salgo a todo. A mi edad, gozo de salud perfecta”. Es lo que le dicen todos
los años cuando aprovecha en España para hacerse sus análisis.
“Tenemos hospitales, escuelas,
centros de ayuda a la mujer...” Y es que, según nos contó, la mujer en Benín
está muchísimo peor que en el Congo. “Se da la poligamia y aparte otros
detalles de gran desigualdad: El varón les reparte la tierra para que la
trabajen y deben entregarle íntegro el fruto de su ganancia. Nisiquiera pueden
nombrar el nombre de su marido, la mujer no es nadie para nombrarlo. No puede
mirar al hombre, ni comer con él. No es todo del Islam. Digamos que
ya lo tenían de antes, de sus tradiciones, y ahora se recrudece”.
Por eso nuestro trabajo se centra mucho en la mujer. "Africa se salvará por la mujer", y también como decía nuestro padre Fundador: "quien educa una mujer, salva una generación". Yo me encargo de la educación. Educación de niños pequeños de 4 añitos en un preescolar, y luego educación de 20 jovencitas, lo cual valoramos mucho. 2 hermanas de mi comunidad visitan y acompañan a unas 600 mujeres en Nikky.
Le preguntamos algo más sobre sus tradiciones antiguas:
“Benín es el centro de la
brujería. Nuestra construcción tiene zona donde están sus ancestros y desde siempre
han tenido allí sus cultos. Nos hemos visto obligados a cederles en parte esa
zona. En Cotonou se da todavía el sacrificio humano. ¡Hasta eso se llega! Hemos
salvado a dos niñas de la parroquia que se escaparon hace años cuando estaban a
punto de ser sacrificadas.
Incluso los mismos cristianos,
aunque sea en el clero, no pueden dejar de creer en el culto a los ancestros,
etc… Digamos que lo llevan dentro”.
¿Y la emigración?
“No es un país que emigre mucho.
Si emigran lo hacen a Francia. Pero sí es un país que acoge mucha inmigración.
Nikky está a 10 kms de Nigeria.
Por lo que se va acercando al peligro. No obstante, se vende actualmente Benín
como el punto de encuentro para hablar de la paz.
¿Y cómo viven la convivencia
religiosa?
“Hay respeto y buena convivencia. Se respeta la religión de cada
uno en nuestra escuela. Se participa en oración tanto cristiana como musulmana.
Nosotras valoramos y fomentamos este diálogo y respeto, y en general se vive en la
gente, aunque también hay a quien le gusta fomentar el radicalismo, más bien desde
arriba”.
¡Gracias Sor Julia!
